¿Se están quedando sin dinero los cajeros automáticos? Lo que está pasando con el efectivo

Biobío | En los últimos días los clientes bancarios han reportado largas filas en los cajeros automáticos y en otras ocasiones la escasez de dinero en los dispensadores.

El segundo retiro de fondos desde las AFP, más los pagos de bonos y beneficios de fin de año, generaron mayor liquidez para el bolsillo. A ello se suman los movimientos en el comercio, tanto presencial como online, por las personas realizando compras de Navidad.

Pero ¿realmente está faltando efectivo y hay problemas de acceso a ello en los cajeros?

Fuentes conocedoras de la industria bancaria explicaron a BioBioChile que no. Todo lo contrario: producto de lo anterior es bastante el papel billete que circula por estos días en Chile.

Sin embargo, los bancos deben cumplir con ciertos protocolos y sólo pueden reponer billetes en los dispensadores una vez que cierran las sucursales.

Además, la pandemia -y las restricciones horarias y sanitarias- generó un cambio en la conducta en aquellos que han optado por las compras de fin de año de manera presencial: están saliendo más temprano; y por tanto, la demanda en los cajeros automáticos se concentra al inicio de la jornada.

“Hay que reconocer que hay muchísima plata en la calle, porque entre las dos cuotas de las AFP, los giros, más todos los subsidios, tenemos más de US$30 mil millones en la calle”, comentó por su parte Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional del Comercio (CNC), destacando un aumento de casi 20% de las ventas de Navidad en comparación con 2019.

En el caso de los cajeros de BancoEstado, por ejemplo, estos muchas veces son los primeros en quedar sin billetes porque la entidad es la que tiene el mayor volumen de bancarizados, sobre todo con el producto CuentaRUT. El costo para ellos al usar un cajero BancoEstado es menor que si usan uno de otro banco.

De acuerdo a datos del Banco Central (BC), el dinero en efectivo se mantiene como uno de los medios de pago más utilizados en el país, fundamentalmente en el comercio minorista y en las ferias libres, en localidades apartadas y por parte de las personas de mayor edad.

El Gobierno, en voz del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, coincidió en que “diciembre es un mes muy especial, por las fiestas y la Navidad”.

“Pese a la pandemia hemos visto que las compras se han incrementado respecto al año anterior. Es un mes donde hay muchos pagos de aguinaldos, a nivel de sector público y privado, entonces es un mes donde hay mayor demanda por efectivo que en un mes normal”, dijo la autoridad.

“Acceso fundamental” al dinero en efectivo

En abril, el Banco Central informó que tomó todas las medidas de coordinación con las Empresas Transportadoras de Valores (ETV) para asegurar que la población en Chile tuviera acceso al dinero en efectivo durante la crisis sanitaria.

La entidad indicó que frente a la contingencia provocada por la expansión del covid-19 trabajó con los bancos y las ETV para asegurar el “acceso fundamental” de la población al dinero.

Billetes “chicos”

A principios de año el BC también emitió una carta dirigida a todos los bancos que operan en Chile planteándoles -y remarcándoles- que desde hace años existía una “permanente y considerable disminución” de billetes de baja denominación en los cajeros automáticos.

El ente emisor al referirse a “billetes de baja denominación” aludió en aquella ocasión a los de $1.000, $2.000 y $5.000, los que escasamente estaban a disposición del público, tanto en cajeros automáticos como en las cajas de atención de los bancos.

Por tanto, llamó a todo el sector bancario a revertir dicha situación.

Resguardos sanitarios ante el uso del dinero en efectivo

Respecto de los resguardos sanitarios que hay que tomar al manipular dinero en efectivo, de acuerdo a la autoridad sanitaria estos son los mismos que se deben aplicar para prevenir el contagio a través de la manipulación de otros objetos de uso cotidiano.

Por tanto, tras manipular billetes o monedas las personas posteriormente deben lavarse las manos con abundante agua y jabón –o con alcohol gel en caso de no tener acceso a agua y jabón-, y no tocarse la cara o los ojos después de tomar contacto con ellos.