Nadie tiene dudas a estas alturas de la película que David Beckham es uno de los hombres que mejor se saben vestir de la historia. Poco importa la situación o la cita, va a estar impecable y ad hoc con los requerimientos de la invitación. Son de esa clase de personas que, aun no sabiendo qué ponerse y escogiendo para no fallar el look más básicos, consiguen destacar por encima del resto gracias a un simple detalle.
Un ejemplo lo tuvimos anoche en Manchester, cuando el inglés salió a cenar por la ciudad. Un simple traje negro fue su elección. Sencillo, clásico y, como de costumbre, perfectamente tallado. Esto no es ninguna sorpresa en Beckham, lo que le llamó definitivamente nuestra atención fue su corbata. ¿Una corbata lisa? Pensaréis muchos.Pues sí. No nos fijamos únicamente en el color, que también (cuando no quieras tropezar, elige color liso), sino en la forma.
Aunque en la pasarela ya es algo más que habitual, con Justin O’Shea como gran abanderado –en su primer y único desfile para Brioni pidió expresamente nudos amplios y palas grandes–, la corbata de pala ancha o standard va llegando poco a poco a la calle junto al resto de clásicos de guardarropa. Después de un periodo dominado por el skinny impuesto por el Dior de Slimane y continuado por los protagonistas sesenteros de ‘Mad Men’, el complemento masculino por excelencia recupera su amplitud para demostrarnos una vez más que la elegancia no entiendo de escasez de tejido.