
Una pequeña joyita de arquitectura altiplánica, abarcando un área de no mas de ocho manzanas, con casonas de adobe, calles de tierra y una hermosa iglesia del siglo XVIII pintada en blanco.
Su corazón se encuentra emplazado en la plaza central, un oasis donde crecen tamarugos, chañares y algarrobos, rodeada del Edificio Municipal, la Iglesia de San Pedro y una variedad de restaurantes y servicios turísticos. Otros de sus lugares de interés lo comprenden el Cementerio, característico por sus tumbas decoradas con flores de papel, y El Pueblo de los Artesanos, sitio que reúne diversos trabajos típicos de la región atacameña.
2- Una parada histórica en el Museo Arqueológico Gustavo Le Paige:

Una actividad imperdible que hacer en San Pedro de Atacama para amantes de la historia es la visita a este pequeño museo, hogar de una invaluable colección de artefactos y elementos propios de la cultura Atacameña, tales como metales preciosos, textiles y utensilios para el uso de alucinógenos.
La mayor parte de estas piezas fueron recolectadas y desenterradas entre cementerios preincaicos, pucarás y aldeas atacameñas, por el padre jesuita Gustavo Le Paige (de quien el museo toma el nombre). Hasta el año 2007 también se exhibían momias, las cuales fueron retiradas por petición del Pueblo Lickanantay. Más información de horarios y tarifas en el sitio del museo.
3- Un tour astronómico en uno de los cielos más limpios del mundo:

San Pedro de Atacama es famoso por albergar uno de los cielos más limpios del mundo, condición dada por sus más de 330 noches despejadas, que permiten apreciar impresionantes espectáculos de estrellas.
Existen varias agencias que operan tours astronómicos en la zona, algunas solo hacen descripción de las estrellas y constelaciones a simple ojo humano, mientras que otras, más sofisticadas, cuentan con poderosos telescopios que permiten navegar por el cosmos.
4- Visita arqueológica al Pucará de Quitor:

Otra de las visitas imperdibles que hacer en San Pedro de Atacama para amantes de la historia, corresponde a este enclave arqueológico situado a solo 3 kilómetros de distancia, conformado por una serie de ruinas de fortificaciones de piedra construidas entre los años 1000 y 1500 d.c. por la cultura Atacameña.
Abandonado por 400 años, es hoy Monumento Nacional, fue restaurado durante la década de los ’80, reconstruyéndose gran parte de su muro original de defensa, logrando que los visitantes puedan hacerse una idea de la imagen original que habría tenido el conjunto.
5- Visita arqueológica al Poblado de Tulor:

Enclave histórico situado a 10 kilómetros de San Pedro, correspondiendo a uno de los sitios arqueológicos más antiguos del norte de Chile, levantado y habitado hasta el siglo V dc por la cultura atacameña.
El sitio comprende un conjunto de estructuras sepultadas por el avance del desierto, rodeadas por un muro perimetral, en cuyo interior son apreciables 23 recintos de forma circular y otras construcciones anexas.
6- Atardecer y Sandboarding en el Valle de la Muerte:

También conocido com Valle de Marte, corresponde a un valle de arena emplazado en medio de la Cordillera de la Sal, a solo 2 kilómetros de San Pedro, un mágico escenario rodeado de dunas, cerros de color café rojizo y extrañas formaciones rocosas modeladas a lo largo de milenios por procesos de erosión.Su espectáculo alcanza él máximo esplendor durante el atardecer, momento donde las arenas y montañas, cambian de colores hasta teñirse de rojo, recordando la superficie del planeta Marte. En sus dunas con angostos hilos de arena, también es posible practicar sandboard, actividad ofrecida por la mayor parte de los tours que operan en el lugar, apta para personas de todas edades y estado físico.
7- Recorrer el Valle de la Luna:

Situado a 13 kilómetros de San Pedro, en la Reserva Nacional Los Flamencos, corresponde a un paraje desértico inmerso en los espectaculares escenarios de la Cordillera de la Sal, famoso por la particular apariencia de su relieve que asemeja un paisaje lunar.Entre sus características, destacan la belleza de sus dunas y cerros, la presencia de singulares formaciones rocosas modeladas a lo largo de millones de años por procesos erosivos y la particular tonalidad blanquecina que tiñe la superficie de sus arenas.
8- Observar los flamencos de la Laguna Chaxa:

Una visita imperdible que hacer en San Pedro de Atacama para amantes de la naturaleza, corresponde a esta maravillosa laguna situada a 50 kilómetros del poblado, inmersa entre los impresionantes paisajes del Salar de Atacama, característicos por sus tintes blanquecinos y rugosos, líneas que fisuran el terreno y montículos que emergen recordando pequeños cráteres.Otro de sus atractivos, es ser hogar de diversas colonias de flamencos y otras aves endémicas, que habitan entre los distintos espejos de agua en que se fragmenta la laguna. Más información de accesos y tarifas en el sitio de la Reserva Nacional de los Flamencos.
9- Amanecer en los Géiseres del Tatio:

Maravilla natural situada a 90 kilómetros de San Pedro de Atacama, a una altitud de 4.000 metros de altura, comprendiendo un campo geotérmico, constituido en base a 80 fumarolas, que despiden vapores de origen volcánico y aguas a 86 ºC que se elevan por sobre los 8 metros, configurando uno de los rincones de mayor belleza que el desierto puede ofrecer.Famoso por su extensión, corresponde al grupo más grande de géiseres del hemisferio sur y el tercero más grande del mundo, tras Yellowstone (Estados Unidos) y Dolina Giezerov (Rusia). Las visitas se realizan durante el amanecer, entre las 05:30 y 08:00, horario en que es posible ver este espectáculo en su máxima expresión.
10- Disfrutar de las aguas de las Termas de Puritama:

Hermoso paraje bañado por el río termal Puritama, un oasis en pleno desierto de Atacama, formado por un profundo cañón rocoso entre el cual se configuran pequeñas cascadas y una serie de pozas escalonadas con aguas que brotan a 33 ºC.Estas termas se encuentran situadas a 35 kilómetros de San Pedro en el camino hacia los Géiseres del Tatio. Si bien se encuentran administradas por el Hotel Explora, se encuentran abiertas a todo público, previo pago de entrada.