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Matrimonio recibió Bono Bodas de Oro en su casa en Copiapó

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miércoles, 03 junio 2020 - 2:23 pm

En estos momentos en que el mundo vive bajo la pandemia del Covid-19 la familia y el amor cobran más importancia que nunca para sobrellevar las dificultades. Es por eso, que con alegría IPS Atacama hizo entrega de un merecido reconocimiento a Don Osvaldo Fuenzalida y la Señora Rosa Galleguillos, quienes celebran 50 años de matrimonio.

Para celebrar este ejemplo de compromiso y adoptando todas las medidas de higiene y seguridad necesarias el Seremi del Trabajo y Previsión Social, Carlos Leal Varas, junto al Director Subrogante de IPS Atacama, Roberto Díaz Lastarria, visitaron al matrimonio para hacerle entrega del Bono Bodas de Oro.

El Secretario Regional Ministerial del Trabajo y Previsión Social, Carlos Leal Varas indicó “nos acercamos a la casa de Don Osvaldo y su esposa Rosa junto con el Equipo Regional de Atenciones Domiciliarias de Emergencias (ERADE) del IPS, el que busca brindar atenciones domiciliarias de emergencia en las actuales condiciones de excepción para así poder asegurar la posibilidad de atender en su domicilio a aquellos casos más críticos de usuarios que, por distintos motivos, no pueden recurrir a una sucursal. En este caso te contamos que Don Osvaldo es no vidente de 89 años y la señora Rosa es paciente crónica de 76 años, razón por la cual quisimos facilitar su proceso de cobro de bono en su domicilio. Siempre resguardando tener las medidas sanitarias recomendadas por la autoridad de salud para prevenir el covid-19”.

Sobre esta especial visita la pareja se mostró contenta y agradecida. “Nosotros nos enteramos por la TV de este bono y comenzamos a hacer el trámite primero con mi nieto y luego con mi hija María, pasó un tiempo dejamos de preguntar y un día cuando me fui a pagar me informaron que nos habían dado el bono, llegué a la casa y le dije: ¡viejito nos dieron el bono!”, recuerda con entusiasmo la señora Rosa.

Con la formalización de entrega de este beneficio, a través de ERADE, la señora Rosa y Don Osvaldo hoy forman parte de las más de 6 mil personas que en la región han recibido el Bono Bodas de Oro desde su creación en 2011, cuando comenzó a ser otorgado con el objetivo de reconocer el valor de la familia.

Respecto a la solicitud de este beneficio Roberto Díaz Lastarria señaló que: “Debido a la contingencia de salud y la cuarentena en que se encuentran los adultos mayores de 75 años, la solicitud del Bono Bodas de Oro está disponible en el sitio www.chileatiende.cl, donde también existen más detalles sobre sus requisitos”.

Díaz agregó que este beneficio llega hasta el 80 % de las personas con menores ingresos, por tanto, junto con ser un premio a la perseverancia en pareja, también hoy resulta ser una gran ayuda económica ante las dificultades que se han presentado por la pandemia.

Cabe destacar que el plazo para solicitar el beneficio es de un año desde que se cumple el aniversario número 50. Quienes tengan dudas pueden pedirle a sus hijos o nietos acceder a las plataformas digitales ipsenlinea.cl o chileatiende.cl, llamar al Call Center 101, preguntar en las redes sociales oficiales de ChileAtiende o, en última instancia, acudir a la sucursal IPS/ChileAtiende más cercana.

Historia de amor y compromiso

Tras nueve meses de pololeo, poco habitual para la fecha, la señora Rosa y Don Osvaldo contrajeron matrimonio y comenzaron su vida en común. Una historia de amor que la señora Rosa recuerda con cariño: “Con mi viejito han sido 50 años maravillosos, con altos y bajos, pero siempre juntos. La pena más grande que hemos pasado fue cuando el perdió la vista”. Sobre ese momento Osvaldo agrega: “La vista la perdí producto de una diabetes sumado al trabajo que yo tenía donde estaba expuesto a mucha temperatura y la edad…” rememora e indica “todo esto es un sacrificio de los dos, porque sin ella no habría podido” mientras que, Rosa mirándolo y acariciando su mano señala “mi viejito es todo para mí.”

Sobre los inicios del matrimonio Osvaldo cuenta que “Al principio fueron años sacrificados por los escases de trabajo, empezamos de la nada, desde aquí –el que es ahora su hogar- sacábamos piedrecita por piedrecita para afuera para comenzar a hacer nuestra casa. Una vez que ya tomamos un trabajo no descansamos más y hasta ahí fue pura alegría hasta la actualidad, porque gracias a eso tenemos a toda la familia unida, pese a que, hoy solo quedamos nosotros no más de nuestras familias”.

Por último, Rosa aprovecha de enviarle un mensaje a los jóvenes: “ténganse harto amor, confianza y no se falten”.