La Marea Roja en retirada: bajo interés de los hinchas por ir con Chile a la Copa América

En sus desafíos deportivos, la Selección nunca suele estar sola. Desde el Mundial de Francia 1998, pasando por los de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, hasta las Copa América que se han disputado fuera de las fronteras nacionales, la Roja siempre ha jugado con un fuerte respaldo en las galerías. También en las Eliminatorias. Los hinchas estaban dispuestos a realizar grandes sacrificios por seguir al equipo de todos. Sin embargo, el evento que se realizará en Brasil puede ofrecer un panorama distinto. La campaña de Rueda baja el interés por ir con Chile a la Copa América de este año, al punto de que las agencias advierten que la demanda está muy por debajo de las expectativas.

Ofertas hay para todos los gustos y bolsillos. Desde paquetes económicos, por un partido y en alojamientos sin grandes lujos, hasta abonos de mayor categoría que aseguran seguir el recorrido del bicampeón de América en todos los encuentros del grupo C, que incluye los enfrentamientos ante Japón, en Sao Paulo; Ecuador, en Salvador de Bahía; y Uruguay, en Río de Janeiro, en condiciones de comodidad absoluta y asociadas también a recorridos turísticos. Los vuelos parten, en promedio, en los $ 250 mil, hay alojamientos desde los $ 8 mil diarios y paquetes que incluyen estadía, desplazamiento y entradas a dos encuentros a razón de $ 2 millones.

Inicialmente, las proyecciones eran optimistas. El habitual fervor por seguir a la Selección, la incondicionalidad de sus fanáticos y la defensa del bicampeonato continental conseguido en Chile 2015 y Estados Unidos 2016 ilusionaban a quienes se relacionan con el negocio viajero y ocupaban a quienes deben garantizar la prevención de enfermedades. Como parámetro, a fines de marzo el laboratorio Sanofi Pasteur garantizó el ingreso de 100 mil nuevas dosis de vacunas contra la fiebre amarilla, precisamente proyectando un masivo desembarco de la Marea Roja. “Hemos proyectado la demanda de Stamaril para la Copa América 2019, de acuerdo a las cifras del Ministerio de Turismo brasileño. Sanofi Pasteur ha trabajado para estimar el número de viajeros que asistirán a la Copa América en Brasil, comprometiéndose a facilitar la oportuna disponibilidad de vacunas en todo el país”, declaraban desde la firma a La Tercera.

Bajo interés

Sin embargo, el desencanto de los aficionados por la campaña de Reinaldo Rueda y, sobre todo, por el estilo de juego del colombiano, que aún no logra seducirlos, ha influido negativamente en la demanda de las múltiples opciones disponibles para presenciar el torneo in situ. “La verdad, yo creo que es una variable. Se fue abajo la demanda, totalmente. Los charters están tratando de meter gente, sin muchos resultados tampoco. Ya no existe la demanda que existía con la Generación Dorada en pleno. Igual van a salir hinchas y paquetes, pero con menos gente”, lamenta Cristián Villanueva, gerente general de Giratour. “Ya no es una sandía calada como negocio, como antes”, grafica, para comparar el notorio desinterés. En la industria estiman que la baja supera el 40 por ciento en relación a lo proyectado.

Villanueva especifica que su empresa ha vendido apenas 40 productos asociados a la campaña de Chile en la Copa América. “Lo que tenemos hoy es a pedido. No hay atractivo. No está ni Claudio Bravo“, explica para encontrar razones futbolísticas asociadas a la lejanía entre la Roja y sus habituales fanáticos. El ejecutivo se muestra resignado. Ni siquiera evalúa cambiar la estrategia de negocios para incrementar la venta. “No estamos pensando en promociones. Tema cerrado. Yo no tenía muchas expectativas. Lo saqué por gente que lo pidió nomás”, dice. Y prefiere enfocarse en un producto que sí despierta interés: seguir las campañas de Christian Garin y Nicolás Jarry en el circuito ATP y en la Copa Davis, por la que partirán enfrentando a Argentina, en España. “Hoy, ir a ver Jarry y Garin tiene más atractivo. Y para nosotros es otro perfil de público”, explica.

En Mundo Tour, la firma que cuenta con la licencia para vender paquetes oficiales, proyectan llevar entre 800 y mil hinchas al evento, aunque a dos semanas del inicio del evento aún no está todo vendido. “La venta comenzó hace tres meses y, hasta ahora, tenemos cerca de un ochenta por ciento ya vendido. De ese porcentaje, el 60 por ciento es adquirido por empresas. El resto, por personas. La demanda es ascendente”, sostiene Ana María White, gerente de marketing de la firma. La mayor cantidad de compras se han realizado para el partido frente a Uruguay (24 de junio), en Río de Janeiro, en el cierre de la participación nacional en la primera fase del certamen.

Viajes informales

La tónica se repite en otras agencias consultadas por La Tercera. En Atrápalo.cl, que ofrece desde pasajes hasta paquetes pensados en una experiencia integral para los aficionados, también admiten que la demanda es escasa. “No ha sido mucho lo que hemos vendido”, sostienen desde la plataforma de ventas de la empresa, sin precisar cifras. En todas las firmas están atentos a pedidos de última hora, obviamente a precios que superan los establecidos originalmente. Eso sí, a nivel oficial, el discurso cambia. “La demanda ha estado a la altura de las expectativas. Al día de hoy llevamos acumulado un crecimiento del 104% en reservas para el periodo de la Copa América, versus el mismo periodo del año pasado sin Copa América”, consigna Alex Pascual, product manager vacacional de la firma.

Igualmente, la presencia nacional puede incrementarse a través de otra vía. Tal como aconteció para el Mundial de 2014, hay grupos de aficionados que están organizándose para viajar en condiciones más informales, desafiando las larguísimas distancias y las condiciones climáticas que ofrece el país más grande del subcontinente. Eso incluye caravanas terrestres e incluso viajes por el día a las subsedes de los encuentros.

Hasta abril, se habían vendido más de 350 mil entradas a hinchas de 99 países distintos. La entrada más barata cuesta 60 reales, es decir, 10.580 pesos chilenos. Para la final, el boleto puede llegar a 800 reales, 141 mil pesos.