Regional
Teatro familiar y sensoriales se alternaron en ciclo de verano en Centro Cultural Ser Humano
Este verano abrió sus puertas el Centro Cultural Ser Humano, que administra la fundación del mismo nombre y cada miércoles se presentó una obra de teatro destinada a niños y niñas o una experiencia sensorial. Se trata de una sala de pequeño formato, con un escenario chico y pocas sillas, por lo que se presentaron funciones breves y repetidas más de una vez durante la tarde.
Las obras de teatro familiar que se subieron a este escenario fueron “Kulco, los canastos de mi abuela”, títeres y marionetas de la compañía Muñeca’e lana; «Requiem de Papel» de los actores ecuatorianos en gira internacional Abby Quito y Oscar Vangeliz –quienes además impartieron talleres a actores y educadores en otros horarios- y finalmente “El sueño de Wiracocha” de “Viajeros del Desierto” el miércoles 27 de febrero.
Mientras que los sensoriales atrajeron a un público mayoritariamente joven, que disfrutó de la música en vivo utilizada para sonoterapia, que combinada con ejercicios de respiración y movimiento ofrecieron cada vez una experiencia pensada para destacar uno de los sentidos, como el tacto ofreciendo diversas texturas, la vista, el olfato. Se trata de una actividad que busca poner el arte a disposición del autoconocimiento y del estar presente, disciplina que forma parte de la arteterapia.
CICLO DE CINE LUNAR
También los miércoles se desarrolló en Paipote, gracias a una alianza con Madero Comunicaciones, un ciclo de cine denominado lunar, ya que aprovechando la llegada de la noche, cuando cesaba el calor, proyectaron películas en Paipote y Llanos de Ollantay en el camión con pantalla led gigante. Así, se presentaron producciones regionales como “Pullay, la murga de una noche”, “Caudal, escombros de memoria” ambas de Yerko Ravlic, las cápsulas “Armonías Viajeras” con músicos producidos por la Universidad de Atacama, y otras sobre la Isla Grande de Atacama y el medio ambiente, junto a producciones para niños y niñas.
Todas estas actividades del programa de verano de la Fundación Proyecto Ser Humano fueron posibles gracias a la ley de donaciones culturales y al aporte de minera Kinross Chile.