Minvu presenta la vivienda piloto de futuro conjunto habitacional para familias de Bajos de Mena

“El Estado en algún minuto cometió errores que afectaron la dignidad de las personas y significó entregar viviendas que no cumplían con las condiciones mínimas, no sólo de metros cuadrados, sino que de manera de construir”. Con esa frase el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, resumió la importancia del hito alcanzado este miércoles tras presentar a los vecinos de la villa  Francisco Coloane y Cerro Morado de Bajos de Mena, en Puente Alto, la casa piloto de lo que será un nuevo hogar para ellos y sus familias.

Se trata de una obra en ejecución a través del Programa de Regeneración de Conjuntos Habitacional del Minvu cuyo objetivo es entregar mejor calidad de vida a las familias con distintas alternativas para acceder a una mejor vivienda.  En el caso de Francisco Coloane y Cerro Morado, se demolieron los antiguos blocks para luego habilitar el terreno e iniciar la construcción de viviendas para 505 familias beneficiadas.

“Este programa nació acá, en Bajos de Mena. Aquí se visibilizó, se conoció, se creyó en este programa, el que hoy nos ha permitido llevar adelante esta iniciativa a 19 otros lugares del país”, precisó el secretario de Estado.

Para el dirigente Guillermo Pino, “acá tenemos una larga historia y quiero destacar a las familias que pelearon, lucharon por llegar a lo que estamos viviendo hoy.  El fruto de ese esfuerzo, está acá. Así es que estoy muy orgulloso de mis futuros vecinos”. Asimismo, Viviana Fuentes, también representante de las familias, agregó que, “quiero destacar que hoy día las familias van a entrar a un hogar, no a una vivienda construida. Aquí van a volver a reconstruir su hogar, lo más importante de este proyecto es que vamos a reconstruir la familia de Bajos de Mena, lo que es un tremendo logro”.

El alcalde de Puente Alto, Germán Codina dijo que “me siento orgulloso de ser parte de este proceso: en este lugar, con esos blocks sociales que están allá atrás, se puede hacer el contraste de qué es lo que soñamos como ciudad, y qué es lo que queremos definitivamente superar”.

La aplicación de este programa a nivel nacional permite atender el déficit cualitativo de viviendas que en Chile sobrepasa 1 millón 200 mil unidades que requieren ser mejoradas, reparadas y ampliadas. “Por años se pagaron las consecuencias de malas decisiones: barrios mal diseñados, mal pensados, viviendas construidas sin proyectarlas en 50 años más, sino sólo en la inmediatez. Y de eso hubo que hacerse cargo. Y ese es el objetivo del Programa Segunda Oportunidad, devolverles la dignidad a las personas, que en algún minuto creyeron y tuvieron un sueño y después eso se les vino abajo”, concluyó el ministro Monckeberg.